Amaba mi profesión, pero en este curso tuve un flechazo con la pediatría y dediqué el resto de los años a formarme en ello. Conforme iba atendiendo más niños, me di cuenta que había una gran falta de información tanto de los cuidados más adecuados para los pies de los más peques, como en qué calzado es el más adecuado para ello.

En este último aspecto, vi que el marketing tenía más peso que la salud de los pies de los más pequeños. Las familias que acudían a mi consulta no acababan de creerme porque yo decía justo lo contrario a lo de siempre, aunque era lo más actualizado. Así que decidí informar a través de las redes sociales.